Los accidentes automovilísticos son una de las principales causas de trastorno por estrés postraumático, una afección que provoca una disminución grave de la calidad de vida. Después de un accidente automovilístico o una situación traumática similar, el trastorno de estrés postraumático provoca reacciones y sentimientos anormales persistentes mucho después de que el peligro haya cesado.
Los conductores que experimentan PTSD pueden sentir pánico y ansiedad al volver a ponerse al volante o al viajar en un automóvil, especialmente si circulan por la misma carretera o una similar a donde ocurrió el accidente. Los síntomas comunes de PTSD incluyen pensamientos intrusivos recurrentes, flashbacks, sueños y pesadillas frecuentes sobre el evento, ansiedad, insomnio, irritabilidad y otras condiciones debilitantes.
Cómo se manifiesta el PTSD y cuáles son sus tratamientos
El trastorno de estrés postraumático también puede causar interrupciones en el trabajo, la escuela y las relaciones. Las personas con PTSD pueden evitar personas y lugares que les recuerden el evento traumático.
El tratamiento del trastorno de estrés postraumático a menudo implica terapia cognitivo-conductual y, a veces, medicación. Un profesional de salud mental capacitado puede y debe ayudarlo a controlar y mitigar el PTSD y sus síntomas porque, si no se trata, el PTSD puede ser una afección de por vida.
Probar PTSD en su caso
En los tribunales, los parámetros médicos y específicos del PTSD se consideran más allá del alcance de la mayoría de los jurados. Cuando se busca una indemnización después de un accidente, a menudo se requerirá que testifiquen uno o más expertos (en este caso un experto en salud mental calificado) para respaldar su caso.
Sin embargo, en algunos casos, y dependiendo de las circunstancias, la opinión de un experto que testifique sobre si un demandante tiene o no PTSD podría no ser considerada. La cuestión podría dejarse en manos del jurado. Además, tanto el demandante como el demandado pueden llamar a sus propios peritos y testigos en un intento de refutar las afirmaciones de la otra parte.
Como los casos judiciales de PTSD pueden ser complicados, un abogado con experiencia puede ayudarlo a fortalecer su caso de compensación.